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Respeto. (del lat. respectu) s.m. 1.acto o efecto de respetar; 2.consideración; aprecio; 3.deferencia; acatamiento; veneración; 4.homenaje; culto; 5.relación; referencia.
Creemos que todos deben ser respetados por su trabajo, por sus actitudes, opiniones y opciones.
Rigor. (del lat. rigore) s.m. 1.dureza; fuerza; 2.fig., severidad; puntualidad; exactitud.
No hay un "más o menos nivelado", "más o menos enderezado", "más o menos limpio" o "más o menos seguro", sólo hay "nivelado", "enderezado", "limpio y seguro". El rigor se refleja en nuestros procedimientos, en el horario y las reglas que cumplimos. Ser severo, del punto de vista de los principios y de la moral, es ser riguroso.
Pasión. (del lat. passione) s.f. 1.sentimiento intenso y generalmente violento (de afecto, alegría, odio, etc.) que dificulta el ejercicio de una lógica imparcial; 2.objeto de ese sentimiento; 3.grande predilección; 4.parcialidad; 5.gran disgusto; gran sufrimiento.
Bajo el signo de la pasión - texto de la poetisa Regina Guimarães –es nuestro icono. Pasión es tener gran entusiasmo por alguna cosa, ánimo favorable o contrario a algo.
Es la sensibilidad que un ingeniero o arquitecto transmite a través de una obra.
Pasión es la entrega a un proyecto. Pasión es un estado de alma fervorosa.
Lealtad. (del lat. legalitate) s.f. cualidad de leal; fidelidad; sinceridad.
Respeto a los principios y reglas que orientan la honra y la integridad. Fidelidad de los compromisos y contratos asumidos, presencia de carácter.
Ser leal con los socios comerciales, que dependen de nosotros y de quien dependemos. Ser de confianza por ser leal.
Solidaridad. (del lat. solidare) s.m. 1.cualidade de solidario; 2.responsabilidad recíproca entre miembros de un grupo social, profesional, etc; 3.sentimiento de compartir el sufrimiento ajeno.
Ser solidario es ser amigo, es extender la mano con generosidad genuina, es llevar alegría y calor humano a quien, de alguna forma, se encuentra marginado. Ser solidario es ser más humano. Una empresa solidaria es reconocida como una empresa justa y no egoísta. Una empresa solidaria es preferida en los negocios. Es una empresa más competitiva. El voluntariado es un vehículo para la solidaridad. Es moderno, justo, culto, amigo. Es un gesto noble y de elevación moral.
Coraje. (del lat. coraticum) s.f. 1.bravura frente al peligro; intrepidez; osadía; 2.fuerza moral ante un sufrimiento o revés; 3. [fig.] energía en la ejecución de una tarea difícil; perseverancia.
El coraje es esencial en nuestra vida. Coraje para enfrentar situaciones menos simpáticas en temas delicados, no esperando soluciones al azar.
Es un valor que debemos poner en evidencia frente al miedoso, cobarde y perezoso. Coraje para reaccionar ante una crítica, no con una actitud de desmotivación o tristeza, sino procurando el medio y acción para superar su origen. Se recomienda mucho este tipo de coraje, que es también un coraje intelectual.
Ambición. (del lat. ambitione) s.f. 1.deseo vehemente de riqueza, honra o gloria; 2.expectativa en relación al futuro; aspiración; 3.codicia; avaricia.
Ansia vehemente de alcanzar un determinado objetivo. Ambición para no resignarnos. Ambición de obtener el mayor potencial de nosotros mismos. Ambición para merecernos. Ambición para ser atletas en nuestra profesión de alta competición. Ambición para batir nuestras propias marcas. Ambición para efectuar los mejores negocios con el máximo de valor ofreciendo la más alta competencia y eficiencia.
Buen gusto. (del lat. gustu) s.m. 1.capacidad de apreciación del valor estético de alguna cosa; 2.elegancia, requinte, sentido estético; 5.cuño particular que un artista da a sus producciones.
Optamos por construir la economía de la empresa con una imagen culta, cosmopolita y cool. Porque es una forma de ser con encanto. Buen gusto porque somos sostenibles y respetamos el planeta. Buen gusto porque somos sensibles. Buen gusto porque sí.
Responsabilidad. (del lat. respondere) s.f. obligación de responder por las propias acciones, por las de los otros y por las cosas a nuestro cuidado.
Tenemos que estar seguros de que, ante una elección, escogemos lo que es mejor para los dos y no sólo lo que es mejor para cada uno. Cada colaborador es responsable por su actividad de forma negociada y corresponsable, en caso de que su colega no cumpla con la suya, dificultando el objetivo común. Un equipo es el conjunto – es el todo. En el juego empresarial, como en el social o familiar, todos tienen que cumplir desde su posición relativa y todos deben contribuir para que, por omisión, no permitamos que uno de los nuestros no cumpla como uno de los nuestros.
Público
El grupo dst no apoya la cultura porque es una buena constructora, pero es más bien un grupo en el área de la construcción porque siempre apostamos en la cultura. El Presidente del grupo convenció a todo el mundo a creer esto.
Unas semanas antes de Navidad, la poetisa y dramaturga Regina Guimarães necesitó arreglar un mueble antiguo de madera con alto valor sentimental. No tenía ninguna referencia en el campo de la carpintería, no sabía siquiera a quien preguntar. Hasta que se acordó de José Teixeira, que preside un grupo de construcción, y que conoce "hace muchos años" por ser uno de los principales impulsores de la compañía de teatro de Braga, siendo mecenas del Theatro Circo. El dst group dinamiza la feria del libro, tiene varios premios de literatura instituidos (el último fue hace menos de un mes y distingue la poesía y prosa angoleña), patrocinó durante muchos años los Encontros de Imagem, es el principal accionista de uno de los más relevantes espacios de artes plásticas en Braga, la zetGallery. Sí, José Teixeira es un nombre bien conocido de los medios culturales. En el presupuesto de 2019 consignó 1 millón de euros para iniciativas de mecenazgo cultural, social y ambiental. Recibió la llamada de Regina y pidió a su jefe de carpintería para conseguir a alguien que hablara con la letrista.
Fue Cândido Barros quién trato de arreglar las maderas podridas del viejo mueble de Regina Guimarães. “Mi jefe, el ingeniero Custódio, me dijo que ella era poetisa. Me llene de coraje y le pedí un poema. “Me gusta mucho leer y me encanta la poesía”, contó al P2 el carpintero, que trabaja en las fábricas de la dst hace más de 20 años. La recompensa por la audacia llegó unos días más tarde, con el poema enmarcado en un hermoso marco que el presidente de la empresa le entregó frente a todo el mundo, durante la muy concurrida fiesta de Navidad.
Regina Guimarães confirma al teléfono: el trabajo del carpintero Cândido fue “5, 50, 5 mil estrellas”. No obstante, lo que más la impresionó fue el pedido que le hizo y que trató de acomodar en un acróstico. “Tuve más placer en escribir este acróstico de lo que tendría al escribir un elogio de un rey”, dijo Regina Guimarães, que no escatima elogios a la actitud del presidente del grupo. “Hay, de hecho, un interés en la cultura e en las artes que es orgánico, que se generaliza, desde el presidente del grupo al trabajador de la fábrica e de la carpintería”, confirmó.
José Teixeira quedó, obviamente, feliz con este ejemplo. Porque es la señal de que la política que ha ido implementando en la empresa está ahora haciendo sola su camino. Lo miraron de reojo cuando empezó a pedir a los colaboradores más próximos que leyesen un libro cada 15 días y que hiciesen sobre él un resumen o presentación antes de las reuniones. “Aquí viene Zé con sus mierdas”, pensaban, decían. El pedido del presidente de la empresa es una orden. Pero la orden llegó a hábito. El hábito llegó a voluntad, cada vez con más adeptos. La biblioteca del grupo no paraba de crecer. El grupo compra 12 mil libros por año para la biblioteca, para las escuelas y para los premios que patrocina. “Podemos no tener tiempo para todo. Pero quién no tiene tiempo para leer no tiene tiempo para nada”, dice el presidente de la empresa.
José Teixeira recibe al P2 en el campus empresarial de la dst, en Palmeira, un municipio periférico de Braga. En la recepción con un techo muy alto hay una foto grandes dimensiones donde el aparece en el centro rodeado por seis trabajadores de cada lado. Es una escenificación de la Última Cena, un pedido del grupo a la fotógrafa Ângela Braga. Del lado de fuera de la recepción, um mural donde se destaca la frase de Samuel Beckett: “Da igual. Vuelvo a Intentarlo. Fracaso otra vez. Fracaso Mejor”.
Este es también el lema de José Teixeira. El ingeniero civil de 53 años de edad, quien tomó las riendas de la compañía fundada por su padre hace cerca de 30, se matriculó este año en otro postgrado. "Lo normal es no saber las cosas. Los empresarios no quieren ir a la escuela porque implica demonstrar que no sabes. Pero nadie sabe todo y siempre hay cosas para aprender. Mis ingenieros han formado cuatro clases en la Porto Business School", dice orgulloso. Junto con más 24 empleados del grupo, José Teixeira asistirá a 375 horas de "formación humana a los altos directivos", un curso organizado por la Universidad Católica de Braga, en la medida de las necesidades de la dst. Los viernes y sábados por la mañana, asistirán a una formación multidisciplinar, que cruza las neurociencias, psicología, filosofía, humanidades. "La educación técnica no basta, es necesario apertura de mente que sólo las Humanidades lo pueden dar," dice José Teixeira. Y dispara: "a veces me preguntan por qué voy a pagar para que 24 empleados estén fuera de la empresa una día por semana, y el costo que eso representa. Yo contesto que lo que debería contabilizarse es el costo de no saber, pero nadie sabe o quiere hacer esas cuentas”, contesta.
Partiendo grava a los siete años
El campus de la empresa ocupa más de 1200 metros cuadrados. En el caben una cantera, la central de hormigón, la empresa de ingeniería, de instalaciones especiales, de fundaciones y geotecnia, de telecomunicaciones, la empresa que ya es una de las mayores exportadoras de Braga, Bysteel, y que hace proyectos de aluminio. También caben un centro médico, servicios de manicure y peluquería, zonas de ocio para los trabajadores (en la cantina, que aquí se llama restaurante, hay una mesa de mezclas para que los candidatos a DJ coloquen la música que quieren) e incluso un campo de futbol, en cuyas orillas se encuentran sueltos Hortelã y Manjerico, el nombre de un par de burros que Teixeira ofreció a su esposa y que hoy son una especie de ex libris de la empresa y la ocupación exclusiva de un empleado.
Comenzamos la visita al campus por la cantera. Fue en una cantera en el Alto Tâmega, al lado de la cantina que su mamá exploraba, que José Teixeira empezó a los siete años a partir grava. Su padre había emigrado y junto a sus hermanos ayudaban en lo que podían. Cuando terminó la escuela primaria, y la familia se cambia para Fraião, Braga, José Teixeira aprendió a querer fracasar, para intentar alcanzar siempre más, intentar hacer mejor. Asigna este deseo a la camioneta de la Fundación Gulbenkian, que le llevaba a casa la evasión que necesitaba. "Me gustaba leer, porque dejaba de ser quien era para convertirme en el héroe de aquellos libros. Esto implicaba un escapar directo de la miseria, me ponía en otro papel", explica.
La cantera está trabajando, hay camiones en manobras, hay polvo (por supuesto) pero no hay basura en el piso. “Todo tiene que estar limpio y organizado. No hay una dictadura de belleza, ni fórmulas cerradas, pero hay una imposición de defender lo bello. Esto es tanto válido para un oficina como para un astillero”, dice José Teixeira. Las paredes de las oficinas parecen más a galerías de arte. La empresa tiene más de 800 obras de arte en su expolio — el inventario fue hecho por la Zet Gallery, un espacio en el centro de Braga, fundado por la empresa, y que, José Teixeira admite ser o su “alter ego”. “El Presidente de un Consejo de Administración de un grupo con 1500 funcionarios y que factura 340 millones de euros no puede decir todo lo que le viene a la mente. Pero en la Zet puede hacer lo que quiera”, comenta, con una sonrisa juguetona.
Como en el cuento del huevo y la gallina, José Teixeira no tiene dudas de quien llegó primero. No es porque siempre ha cerrado los años con tasas de crecimiento positivas que consigue continuar apoyando las actividades culturales e investir en la cultura de sus casi 1500 funcionarios. Es por el contrario, porque se involucrado en diversas iniciativas de mecenazgo y contribuyó para la formación cultural de sus trabajadores que todos los años ha crecido a dos dígitos. Para ponerlo de otra manera: el grupo dst no apoya la cultura porque es una empresa de construcción buena. dst es un grupo empresarial sólido porque creció construyendo cultura. “Me doy cuenta que la cultura es una variable que favorece la competitividad”, comenta. “Yo antes era un esotérico. Hoy ya toda la gente se da cuenta que esto resulta. Yo digo que es por intereses económicos y soy aún más respetado. Pero, obviamente, es por placer”, concluye. Un placer que todavía le trae buenos resultados. El grupo ha crecido en todas las áreas de negocio, tiene más activos que deudas financieras.
Parar para pensar es obligatorio
Cada 15 días las reuniones comienzan con comentarios sobre libros. Todos los jueves, Teixeira agenda en su horario tiempo para responder a los empleados que desean contactarlo, hacer todo tipo de críticas y sugerencias. "Antes conocía cada persona que entraba en la empresa. Ahora ya es más difícil. Sólo el año pasado creamos 280 puestos de trabajo," dice. Pero cualquier persona puede contactarlo. En la semana, que recibió el P2, se le llamó la atención en el correo electrónico una propuesta de un trabajador de astillero. "Me alertó que la empresa tenía muchos camiones, algunas máquinas, muchos coches y compró muchos neumáticos. Me preguntaba si no valía la pena tener un taller en las instalaciones. Se detuvo para pensar y pensó bien. Voy a analizar la propuesta" afirma el Presidente del grupo.
Detenerse para pensar. Se convirtió en obligatorio el año pasado. Media hora al día, a la hora que cada trabajador quiera, para hacer lo que quiera. Un vistazo a Google, leer un libro, estirar las piernas, mirarse en el espejo (hay muchos dispersos en toda la empresa, con la pregunta "¿por qué no yo?"). "Después de la parada, trabajan mejor", asegura
Inês Nuncio, Directora de Operaciones de Bysteel, subraya el ambiente de libertad y creación que se respira en la empresa. Confiesa que ni se sorprendió durante mucho tiempo con esta actitud del Presidente del grupo. Más rápidamente la tenía arraigada. Le gusta comentar libros, pensar en voz alta, responder a los estímulos creativos que recibe desde arriba. Y ella también comenzó a devolver y en todas las direcciones. Durante la visita a la fábrica, vemos una sala en la que Inês aparece en una fotografía vestida como el personaje Maria Eduarda de la obra Os Maias. Una producción fotográfica hecha por y para los trabajadores. "Es bueno trabajar para una empresa como esta, estamos particularmente contentos con sus logros", confesa esta ingeniera civil que trabaja en la dst hace ya más de 12 años.
Una de las últimas alegrías de la empresa fue el contrato que la gigante francesa Vinci ordenó a Bysteel para hacer la carcasa de aluminio de la Tour Trinity, en la zona de La Défense en París. Más de que revestir la torre, dst también sorprendió el cliente al mostrar como uno puede dar una segunda vida a los materiales que sobren de la construcción. Los largueros y las almas de las vigas y productos derivados de la estructura metálica de los pisos de las oficinas fueron reutilizados por el artista Portugués Miguel Neves Oliveira, de la galería Zet, para la creación de dos obras de arte. Oliveira fue uno de los cuatro artistas que en octubre pasado estuvieron durante dos semanas en la Avenida Central, en el centro de Braga, desarrollando en directo obras de arte a partir de residuos industriales recogidos por el grupo dst.
“Me da alegría estar aquí hablando con un cliente de Vinci y mostrarle lo que hacemos. Caminar con él alrededor del campus, como estoy haciendo ahora con ustedes, y les garantizo, que cuando empecemos a hablar de negocios y números, la posición será diferente ", explica. El "aquí" al que se refiere José Teixeira es un lugar especial. Fue bautizado solamente en el final del año pasado, pero está siendo gradualmente trabajado, construido hace ya más tiempo. Se llama jardín Teresa Gonçalves Gomes, nombre de la madre del Presidente del grupo.
Es un jardín lleno de rincones (el líder les llama spots), aún en construcción. Tiene lugar para aquellos que quieran plantar algo que les gusta. Tiene una pasarela de Cactus, inspirado en el jardín de Majorelle, en Marruecos. Tiene el spot "Señorita Julia", inspirado en la película sueca Strindbergh, en honor al teatro y a las mujeres. El spot Amadeo de Souza Cardoso, porque es los artistas que más le gusta y tiene el spot Bartolomeu Dias: «es mi superhéroe, mi Marvel real», explica José Teixeira. Tiene el spot del Pino y Roble de Corcho y es bajo la sombra de estas árboles que hay una mesa y algunas sillas que permiten contemplar. Parar y pensar.
José Teixeira piensa que es por estar siempre respondiendo a la pregunta "¿por qué no yo?", - que ordenó escribir en todos los espejos de la empresa - que llegó donde está hoy. No es sólo una empresa de construcción. Es el operador de los operadores. "Esto antes solía ser para las gran des “utillities”. Y de repente somos la empresa líder en telecomunicaciones por mayor. Hoy puedo decir que soy la empresa mejor calificada para manejar cables submarinos”, advierte.
El cielo parece ser el límite. Y es que "puedo decirles cual es mi sueño: administrar una infraestructura de micro-satélites. Quiero estar en el espacio. Es una locura, pero mi vida se hizo con cisnes negros no previsibles… y que corrieron bien. Otros corrieron mal, pero paciencia. Sabemos que fracasamos mejor.”
Porque no yo?
Los trabajadores de dst están invitados todo el tiempo a interpelar a sí mismos se sobre lo lejos a que pueden llegar y los caminos que pueden seguir.
Arte
La oficina de José Teixeira está llena de fotografías y esculturas. Los autores más presentes son Miguel Palma y Alberto Péssimo.